Los conceptos de culturismo y fitness se confunden en muchas ocasiones a pesar de tener marcadas diferencias, vamos a destacar siete de los principales puntos que separan estos dos deportes tan similares:
Hace años el fitness era sinónimo de
mantener el cuerpo sano, en forma, funcional y estético. Se trataban de mejorar
las siguientes capacidades: tonificación, flexibilidad, resistencia cardiovascular,
fuerza y resistencia muscular, constitución física, agilidad, equilibrio
y velocidad y no se buscaba necesariamente un gran aumento de la masa muscular. Hoy en día el fitness está más ligado al culturismo y existe una estrecha
línea que los separa, se podría decir que es un culturismo menos extremo, más
moderado, menos masivo…
El fitness es para aquellas personas que
sobre todo quieren perder grasa corporal sin ganar un volumen excesivo de
musculatura, aunque puede depender de cada caso. Este deporte está más orientado
en conseguir la combinación perfecta entre tamaño, peso, estética y
funcionalidad mientras que el culturismo se centra más en conseguir una
definición y un volumen de músculos extremos en simetría sacrificando como
mínimo un porcentaje de funcionalidad.
Por lo general los hombres deberán
perder grasa corporal hasta llegar a un 8-6% como mínimo y
un 10-12% como mínimo en el caso de las mujeres. El
culturismo lo realizan aquellas personas que quieren aumentar su masa
corporal de forma muy considerable, manteniendo sus niveles de grasa corporal
por debajo del 10%, pero en algunos casos se puede llegar al 2-4% en
competiciones profesionales de alto nivel.
El entrenamiento fitness tiene como
objetivo el desarrollo integral de todas las cualidades físicas del sujeto: un
entrenamiento cardiovascular para desarrollar la resistencia aeróbica, un
entrenamiento con cargas para potenciar el sistema muscular y ejercicios que
potencien la flexibilidad corporal; todo ello acompañado de una alimentación
correcta y equilibrada. Si es necesario, tomando la suplementación
apropiada en cada caso particular. Lo detallado anteriormente permite a la
persona mejorar su resistencia cardiovascular, su flexibilidad, su fuerza y
resistencia muscular, aporta más agilidad y equilibrio,
velocidad, tonificación, y mejora la constitución física,
proporcionando longevidad, calidad de vida y belleza. Debido a que
en culturismo se busca una masividad extrema son comunes los
periodos más largos de volumen, el consumo de cantidades mucho más altas de
calorías y proteínas para mantener y desarrollar aún más esa masa muscular,
además es frecuente el consumo de fármacos (esteroides androgénicos y
anabólicos, HGH, insulina, metformina, SERM, DNP, etc.) en dosis
habitualmente altas y ciclos largos, incluso en los niveles profesionales
más altos, prácticamente durante todo el año.
Esto también sucede en el fitness
y en otros deportes, aunque en culturismo se ve bastante acentuado. Sin
embargo, existen igualmente competiciones naturales de culturismo y fitness,
donde existen controles antidopaje; siendo algunas federaciones más
estrictas que otras, realizándose controles sólo precompetición o durante
todo el año. El peso de un cuerpo fitness suele
estar entre 70 y 85 kilogramos definidos para una persona de
talla media. En cambio, el peso de un cuerpo culturista suele estar
entre los 90 y 105 kilogramos definidos para una persona de talla
media.